Como un gran éxito recibieron ayer las organizaciones ambientalistas el fallo de la Corte Suprema que acogió tres recursos de casación en contra del proyecto minero-portuario Dominga, el cual considera una inversión de $2.500 millones de dólares y una vida útil de 26 años y medio.
Luego de un año de espera, el máximo tribunal del país ordenó ayer al Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta (1TA) conocer y decidir sobre el fondo que reclaman estas organizaciones, el cual deberá pronunciarse sobre temas de fondo no abordados durante la tramitación.
“La sentencia de la Corte Suprema termina por sepultar el proyecto Dominga porque rechaza que el Comité de Ministros y la Comisión de Evaluación Ambiental de Coquimbo han incurrido en algún tipo de vicio, que es lo que esgrimía Dominga”, señaló Liesbeth van der Meer, directora ejecutiva de Oceana, organización miembro de la Alianza Humboldt.
“Ahora el Tribunal Ambiental tendrá que ver los temas de fondo que son la deficiencia en línea de base y donde prácticamente todos los científicos relevantes del país han señalado que es insuficiente”, advirtió.
De acuerdo a lo instruido por la Suprema, el 1TA deberá pronunciarse por “el carácter completo de los antecedentes del proyecto y la estricta evaluación ambiental del mismo, como también, la refutación de las condiciones técnicas esgrimidas por el Comité de Ministros para rechazar el proyecto”.
En relación al futuro procesal de esta causa, el ministro titular en Ciencias del Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta, Marcelo Hernández, comentó que “estamos revisando el fallo junto al equipo del tribunal y por supuesto que vamos a acoger todas las indicaciones que nos hace la Corte Suprema respecto a abordar los temas de fondo que están incluido en estas reclamaciones”.
