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La misión tripulada de la NASA y operada con un cohete de SpaceX fue pospuesta para el sábado 30 de mayo

Debido al mal clima, la NASA debió posponer el despegue de su misión tripulada al espacio y operada con un cohete de la empresa SpaceX. Menos de 20 minutos antes del lanzamiento, el comando central determinó que las condiciones no serían lo suficientemente auspiciosas a las 16:33 (20:33 GMT) del este de los Estados Unidos para seguir adelante.

La seguridad de los miembros de nuestra tripulación, Doug Hurley y Bob Behnken es nuestra prioridad máxima”, indicó en su cuenta de Twitter Jim Bridenstine, el coordinador de la NASA. El nuevo intento tendrá lugar el próximo sábado a las 3:22 PM, hora del este (7:22 PM, GMT).

Al igual que el del martes, tendrá lugar en la plataforma 39A del centro espacial Kennedy, desde donde despegaron Neil Armstrong y sus compañeros de la misión Apollo 11. El cohete SpaceX, con la nueva cápsula Crew Dragon, buscará esta vez poder despegar hacia la Estación Espacial Internacional (EEI).

Bob Behnken y Doug Hurley, los dos hombres elegidos por la NASA para esta misión de demostración, habían estado en cuarentena durante dos semanas. A pesar del encierro, el plan se mantuvo. Los hombres ingresaron a la cápsula poco después de las 13:00 y una hora antes del despegue se cerró la escotilla, para comenzar luego la carga de combustible. Sin embargo, finalmente la misión debió ser pospuesta.

Space Exploration Technologies Corp., fundada en 2002 por Elon Musk, un empresario obsesionado con Marte y con la determinación de cambiar las reglas del juego de la industria aeroespacial, se ganó la confianza de la agencia espacial más grande del mundo.

SpaceX se convirtió en 2012 en la primera empresa privada en acoplar una cápsula de carga a la EEI. Dos años después, la NASA le pidió que adaptara la cápsula Crew Dragon para poder transportar astronautas.

“SpaceX no estaría allí sin la NASA”, dijo Musk el año pasado, después de un ensayo general del viaje a la EEI sin tripulación.

La Crew Dragon es una cápsula como la Apollo, pero del siglo XXI. Las pantallas táctiles han reemplazado los botones y los joysticks. El interior está dominado por el blanco con una iluminación más sutil, nada que ver con los enormes transbordadores que funcionaron entre 1981 y 2011.

“Esperamos un vuelo más suave pero más ruidoso”, dijo Bob Behken, quien al igual que su compañero de misión viajó dos veces en aquellos transbordadores.

A diferencia de los transbordadores, uno de los cuales explotó en 1986 después del despegue (Challenger), la Crew Dragon puede separarse del cohete en caso de emergencia.

La cápsula llegará a la estación espacial, situada a 400 kilómetros sobre el nivel del mar, el jueves y probablemente permanecerá acoplada allí hasta agosto.

Si cumple su misión, los estadounidenses ya no dependerán de los rusos para llegar al espacio. Desde 2011, los Soyuz son los únicos vehículos espaciales que hacen este recorrido. Y las rutas desde Florida volverán a la normalidad, con cuatro astronautas a bordo.

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