Desde burlas por los exámenes, hasta creencias poco constructivas. El Cáncer de Próstata es una enfermedad llena de mitos y creencias irreales. El problema es que este tipo de cáncer afectará a uno de cada seis hombres en el transcurso de su vida, por lo que debemos darle la seriedad e informarnos lo máximo posible.
Sin duda es importante contar con información precisa y confiable sobre ella, por lo que acá dejamos mitos y realidades comunes sobre el cáncer que vale la pena aclarar:
Mito: Sólo los hombres mayores tienen cáncer de próstata.
Realidad: Si bien es cierto que el riesgo de cáncer de próstata aumenta con la edad, también puede afectar a hombres más jóvenes. Los hombres de todas las edades deben estar conscientes de los factores de riesgo y realizarse exámenes regulares, especialmente si tienen antecedentes familiares de la enfermedad.
Mito: Si no tengo síntomas, no tengo cáncer de próstata.
Realidad: El cáncer de próstata en sus etapas iniciales a menudo no presenta síntomas. Los exámenes de detección, como el análisis de sangre de PSA y el examen rectal digital (DRE), son importantes incluso si no se experimentan síntomas. La detección temprana puede ser crucial para un tratamiento efectivo.
Mito: El cáncer de próstata es siempre mortal.
Realidad: El cáncer de próstata se encuentra en diferentes etapas y grados. Muchos casos se detectan en etapas tempranas y son tratables con éxito. La tasa de supervivencia general para el cáncer de próstata es alta, especialmente cuando se detecta y trata a tiempo.
Mito: No se necesita hacer nada si el cáncer de próstata está en etapa temprana y no causa síntomas.
Realidad: La detección temprana es fundamental para tratar con éxito el cáncer de próstata. Aunque puede ser de crecimiento lento, es importante discutir las opciones de tratamiento con un profesional de la salud.
Mito: Si tengo cáncer de próstata, siempre necesito cirugía.
Realidad: La cirugía es solo una de las opciones de tratamiento para el cáncer de próstata. El tratamiento que más efecto positivos ha tenido en el tiempo, es la braquiterapia prostática o semillas radiactivas, que es una modalidad de radioterapia que implica colocar fuentes radiactivas en la glándula prostática, donde la radiación puede matar las células cancerosas y causar menos daño al tejido sano cercano. Este tratamiento actualmente se encuentra disponible en el GES (Garantías Explícitas en Salud).
Los grandes beneficios de esta técnica, es que a diferencia de la radioterapia externa que se realiza en 35 sesiones diarias de lunes a viernes, la Braquiterapia se realiza en una sola sesión. La caída de la dosis de radiación fuera de la próstata es rápida por lo que los tejidos de alrededor reciben escasa o nulas dosis de radioterapia.
Felipe Balbontín, Urólogo y Presidente de la Corporación Chilena contra el Cáncer de Próstata comenta que “una cirugía presenta una probabilidad de impotencia sexual entre 50 y 70% e incontinencia de orina al menos durante 2-3 meses, a diferencia de la braquiterapia, que presenta una incidencia de impotencia sexual menor de 5% y ausencia de incontinencia urinaria”.
Mito: Si tengo síntomas urinarios, definitivamente tengo cáncer de próstata.
Realidad: Los síntomas urinarios, como la dificultad para orinar, no son necesariamente indicativos de cáncer de próstata. Pueden estar relacionados con otras condiciones benignas, como la hiperplasia prostática benigna.