Ferrocarril Antofagasta-Bolivia (FCAB), confirmó la suspensión del servicio de transporte de cobre en la región debido al aumento de violencia y la organización de bandas de crimen organizado. Los últimos asaltados ocasionados durante la semana anterior fueron determinantes para esta decisión, el jueves pasado un grupo de delincuentes asaltó un convoy y robó ocho paquetes de cátodos de cobre, que contenían 30 toneladas de mineral, dos días después una banda de asaltantes sustrajeron otros 15 paquetes de cátodos, equivalente a unas 40 toneladas. Los trabajadores de la empresa informaron que dos últimos robos representan $500 millones en pérdidas.
Según el mercurio, los operadores del ferrocarril han observando progresivos cambios en los delitos cometidos en las vías de la empresa. FCAB posee una red férrea de más de 700 kilómetros con servicios de transporte para la industria minera del norte de Chile, norte de Argentina y sur de Bolivia.
“Hace más de dos años que venimos con estos robos. Antiguamente no pasaba esto, y yo llevo 23 años trabajando en el ferrocarril. Este nivel de delincuencia no se había visto nunca. Al principio sacaban de a un paquete, lo tiraban con huinche al suelo para robarlo. Pero hoy están atacando al personal. A los viejos les tapan la cara, los apuntan con pistolas, los raptan y llevan a sus camionetas mientras roban”, explicó la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de Ferrocarril de FCAB, Denis Varas.
Además, la dirigente comentó que le preocupa la situación porque los delincuentes conocen el sistema, lo han estudiado porque al momento de transpórtanos y ellos a propósito dan vuelta un cambio, que están en la vía, ubicado en las líneas de cruzamiento.
“Estos tipos han ido evolucionando, porque empezaron con ataques al tren con camionetas cuatro por cuatro. Al principio tiraban unas cadenas al paquete del último carro, el que envolvían y cuando el tren se movía pegaba un tirón y botaba el paquete. Robaban de a uno, pero muchas veces no les resultaba. Ahora lo que hacen es detener directamente el tren, incluso con obstáculos y barricadas en la vía para forzar a detenernos. Usan camionetas acondicionadas cuatro por cuatro gigantes y además traen camiones para cargar los cátodos. Atacan al tren totalmente armados. Bajan a los operadores, los encapuchan, los amarran y dejan botados, y empiezan a bajar el cobre y cargarlo en camiones. Con grúas pluma y todo. Estamos hablando de un nivel de tecnología mayor. Porque antiguamente rompían las abrazaderas de los zunchos, que abrazan el paquete, y robaban placas. Una placa, dos placas… y era el gran robo. Hoy se están robando un carro completo. Estamos hablando de 10 paquetes, 15 paquetes”, comentó Varas.