Minera Centinela, de Antofagasta Minerals, realizó la ceremonia inaugural de su operación autónoma en el rajo Esperanza Sur. Una iniciativa que consideró una inversión aproximada de 60 millones de dólares y que permitió formar laboralmente a cerca de 100 personas para que se desempeñaran en las competencias que requiere la minería del futuro.
Un moderno centro de formación y de entrenamiento implementado en faena, una robusta red de telecomunicaciones, un centro de control desde donde operan 11 camiones Komatsu 980E-5 y dos perforadoras PV351, permiten la virtualización de rutas y circuitos, la programación de las tareas de estos equipos no tripulados y las coordinaciones con los demás equipos que trabajan en el área mina. Toda esa tecnología y el trabajo de conversión laboral que está detrás de este logro reafirman su propósito de hacer minería de clase mundial, pensando en un mundo mejor.
“Desde nuestros inicios, procuramos ser reconocidos como una compañía moderna, innovadora y sustentable, lo que hemos ido plasmando a través de diversas acciones, como la utilización de relaves espesados a gran escala, el uso de 100% de agua de mar y una matriz energética totalmente renovable, por mencionar algunos ejemplos. Hoy, siguiendo esta misma trayectoria, estamos inaugurando un proyecto que nos pone a la vanguardia en tecnología e innovación, y que nos aporta en seguridad, sustentabilidad y competitividad”, expresó durante la ceremonia realizada en faena el gerente general de Minera Centinela, Carlos Espinoza.
Desarrollo de capital humano y más seguridad
Para Iván Arriagada, Presidente Ejecutivo de Antofagasta Minerals, «existe el mito de que la autonomía significa menos trabajo, y nos hemos dado cuenta con este proyecto que, al contrario, lo que permite es una tremenda oportunidad de desarrollo y de mejora en las competencias y capacidades de nuestros equipos. Gran parte de las personas que hoy trabaja en autonomía con nosotros son quienes antes operaban una flota convencional».
En esa línea, en la ceremonia de inauguración las autoridades presentes destacaron el esfuerzo por implementar este proyecto transformacional que convirtió a Centinela en la primera compañía de Antofagasta Minerals en formar personas con habilidades requeridas para la automatización y para tener faenas más seguras.
“Esta generación de nuevos puestos de trabajo, que vienen a preparar a las personas para la minería del futuro -que ya es del presente- sin duda que nos tiene muy satisfechos y que nos deja también grandes desafíos para seguir generando capacitación, que esté acorde a la mano de obra que hoy en día se está requiriendo en la minería”, recalcó Camila Cortés, seremi del Trabajo y Previsión Social de Antofagasta.
Por su parte, la jefa de la división de Fomento e Industria del Gobierno Regional de Antofagasta, expresó que “es que son muy buenas noticias para las personas y para los jóvenes, donde hay puestos de trabajo y oportunidades con tecnología e innovación, para lo cual esperamos seguir manteniendo un trabajo conjunto entre lo público y lo privado”.
El plan de ejecución del proyecto tuvo cinco etapas, todas acompañadas de un Plan de Gestión del Cambio para asegurar la adaptación y preparación de las personas involucradas.
Así como la seguridad de las personas es uno de los grandes beneficios de este proyecto dada su menor exposición al riesgo, la iniciativa permite también impulsar la productividad a través del mejoramiento en indicadores clave para la competitividad, como la utilización efectiva y mayor durabilidad de los equipos.
Esperanza Sur representa una parte de los planes de Minera Centinela. El paso siguiente es escalar este sistema en sus nuevos rajos para hacer frente a escenarios de producción más desafiantes y los permanentes desafíos de competitividad de la industria.