En el monedero del auto, billetera, bolsillo del pantalón o de la chaqueta, o simplemente en el velador de la casa, la moneda de $10 siempre parece estar presente, aunque con una utilidad cada vez menos evidente. No obstante, sigue siendo valorada por el comercio para las ofertas tipo «$990».
Esta moneda, que pesa 3,5 gramos, tiene un diámetro de 21 milímetros y circula desde septiembre de 1990 con el perfil de Bernardo O’Higgins en su anverso. Su uso cotidiano ha disminuido debido a la inflación y la creciente adopción de sistemas de pago digitales.
En el corazón de Chile, entre las bulliciosas calles y algunos antiguos kioskos, se remarca la necesidad de estas monedas, aunque cada vez «la gente anda con menos sencillo», algo que también comparten los cajeros de supermercados y almacenes de barrio. Así, se ha abierto el debate sobre la posible eliminación de la moneda de $10.
Roberto Concha Meyer, en una carta a El Mercurio, sugirió la eliminación de la moneda de $10. «Esta moneda poca gente la usa, no la recibe como vuelto y lo más importante es que se eliminaría de una vez por todas la publicidad de los $599,990, $39,990, $99,990», manifestó. En el mismo espacio, Federico Kramer argumentó que «quienes tomamos micro en ciudades de regiones pagamos en efectivo, y para ello necesitamos la moneda de $10 (también existe un tipo de provincialismo capitalino)».
Alejandro Weber, decano de la facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián, explicó que «cuando los precios se incrementan en una economía, los países comienzan a eliminar monedas obsoletas y costosas de producir y almacenar». Mencionó que en 2017, una ley autorizó al Banco Central a dejar de emitir monedas de $1 y $5, estableciendo un mecanismo de redondeo de precios para pagos en efectivo. «Una eventual eliminación de la moneda de $10 debería seguir una lógica similar, sin afectar las transacciones con tarjetas de crédito o débito», añadió.
Ignacio Muñoz, investigador de Clapes UC, sostuvo que la eliminación de esta moneda podría reducir costos de producción, almacenaje y transacción. Aunque, advirtió que la medida no necesariamente eliminaría las ofertas de $599.990, ya que muchas ventas se realizan por medios electrónicos.
Sergio Lehmann, economista jefe del BCI, consideró que «si el Banco Central ha determinado que existe demanda por esta moneda, no existe fundamento alguno para su eliminación». Señaló que para productos de bajo precio, $10 pueden ser relevantes y sugirió que la solución radica en mejorar la educación financiera, abarcando temas como endeudamiento responsable, costos de créditos, inflación y el rol del Banco Central.