Chile posee un mineral que podría redefinir su posición como un actor clave en el desarrollo global: el «oro azul». ¿De qué se trata este recurso con un potencial de producción de hasta 15,000 toneladas anuales? La creciente demanda de litio, impulsada por la electromovilidad, no es el único factor. A esta ecuación se suma otro elemento crucial para la transición energética: el cobalto. Nuestro país alberga importantes reservas de este metal en sus depósitos mineros, lo que podría convertirlo en el segundo mayor productor a nivel mundial.
Este material, también conocido como «oro azul», es esencial en la fabricación de baterías de ion litio utilizadas en vehículos eléctricos. El cobalto prolonga la vida útil de las baterías, reduce su tamaño y evita el sobrecalentamiento. Podemos considerar al cobalto como uno de los metales más vitales en el mundo actual. Junto con el coltán, es uno de los minerales más codiciados para la producción de dispositivos electrónicos presentes y futuros. Es por ello que muchas empresas tecnológicas tienen un gran interés en las reservas de este mineral.
En la tabla periódica, el cobalto se encuentra bajo el símbolo Co, con un número atómico de 27. Tanto el cobalto como sus aleaciones destacan por su alta resistencia al desgaste y la corrosión, incluso a temperaturas elevadas. Además, su dureza y resistencia a la tensión lo hacen valioso para la fabricación de maquinaria industrial. Estas propiedades hacen que el cobalto sea fundamental en varios sectores industriales.
El cobalto tiene aplicaciones en la producción de maquinaria industrial, y uno de sus isótopos radioactivos, el cobalto-60, se utiliza en radioterapia para tratar ciertos tipos de cáncer. Además, desempeña un papel importante en la producción de dispositivos electrónicos de uso diario, como smartphones, tablets y notebooks. Su función en la electrónica es mejorar el rendimiento del litio en las baterías y, por ende, aumentar la autonomía de los dispositivos electrónicos.
Incluso en la biología, tanto animales como humanos necesitamos pequeñas cantidades de cobalto para realizar nuestras actividades cotidianas. Por ejemplo, como componente de la vitamina B12, el cobalto ayuda al organismo a producir glóbulos rojos.
Reservas
Actualmente, la República Democrática del Congo lidera la producción mundial de cobalto con 145,000 toneladas métricas en 2022, según datos del Cobalt Institute. Le sigue Indonesia, con una cifra cercana a las 9,500 toneladas métricas. Sin embargo, Chile tiene un gran potencial para convertirse en el segundo mayor productor mundial de cobalto, incluso superando a Indonesia, solo aprovechando las reservas de cobalto presentes en sus relaves mineros. Esta es una oportunidad significativa para el país en el contexto de la creciente demanda global de este metal clave en la transición hacia la electromovilidad y la producción de dispositivos electrónicos, señala La Tercera.