En Chile, las normas que regulan la contaminación lumínica han estado tradicionalmente enfocadas en proteger el valor astronómico de los cielos, particularmente en ciertas comunas del norte del país. Sin embargo, se ha reconocido que la presencia de luces intensas en el entorno no solo impacta en el ámbito astronómico, sino también en la salud de los seres vivos, tanto humanos como animales.
Con el objetivo de abordar esta problemática integralmente, se ha presentado una nueva normativa lumínica que entrará en vigor en todo el territorio chileno en el plazo de un año. Esta norma incluye una serie de medidas destinadas a mitigar los efectos nocivos de la contaminación lumínica.
Entre las disposiciones destacadas, se establece que los carteles publicitarios iluminados deberán mantenerse apagados en el período comprendido entre las 00:00 y las 7:00. Esta restricción se fundamenta en la influencia negativa que la iluminación excesiva puede tener en la salud y el bienestar de las personas.
Asimismo, se promoverá la transición hacia el uso de luces cálidas en lugar de luces blancas, dado que estas últimas son las más contaminantes. Las nuevas pantallas publicitarias que se instalen deberán cumplir con un límite de emisión de luz. Lo mismo aplicará a los sistemas de iluminación exterior, como los de calles, plazas, áreas industriales, estadios y canchas.
La normativa impondrá restricciones más rigurosas en las Áreas de Protección Especial, abarcando suelos con valor astronómico, áreas destinadas a la preservación de la biodiversidad y zonas de reproducción de especies en peligro.
La supervisión y fiscalización de esta nueva normativa estará a cargo de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), que tendrá la facultad de imponer sanciones a quienes no cumplan con los requisitos. Por otro lado, los municipios y la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) serán responsables de garantizar la instalación de sistemas de iluminación que cumplan con los estándares establecidos en la ley. Con esta iniciativa, se busca abordar de manera integral la problemática de la contaminación lumínica en Chile, considerando no solo su impacto en la astronomía, sino también en la salud y el bienestar de la población y el entorno natural.