Con los volcanes Láscar y Lastarria partirá la implementación de un moderno sistema automático para la detección y clasificación de eventos sísmicos de origen volcánico en la región de Antofagasta. El proyecto, que considera el monitoreo de cuatro a cinco macizos activos de la zona, tendrá una duración de tres años, e involucra recursos cercanos a los 68 millones de pesos para su materialización.
“Su aporte será sustancial, ya que por primera vez podremos monitorear cualquier volcán con el mismo sistema de detección y clasificación, cosa que hasta el momento no ocurre”, resaltó el académico de la Universidad Católica del Norte (UCN) y director del proyecto, Dr. Pablo Salazar.
El desarrollo del sistema, que incluye la participación de la UCN a través del grupo Ckelar-Volcanes, es parte de una iniciativa Fondecyt de Iniciación, enmarcada en el proyecto del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R) Región de Antofagasta «Mitigación de los Riesgos Volcánicos en la región de Antofagasta», Fondap, CIGIDEN.
La herramienta irá en beneficio directo de los observatorios volcánicos, los que podrán ocupar el sistema y liberar a los especialistas que hacían la clasificación en forma manual, para reasignarlos a tareas de procesamiento más avanzadas, como la localización de eventos, determinar la dinámica de los aparatos volcánicos y establecer patrones de erupción, entre otras.
“El objetivo central es lograr acertadas clasificaciones desde un sistema que considere todos los canales de un sismómetro, todas las estaciones que registren un evento y que sea independiente del volcán que se está midiendo”, resaltó el Dr. Salazar.
El científico añade que el sistema tendrá un gran impacto en la sociedad, ya que los observatorios volcánicos utilizan la información, junto con otras variables, para determinar diferentes grados de alerta.
BASE DE DATOS
En la actualidad, el proyecto está en la fase de construcción de la base de datos de diferentes volcanes, entre ellos el Láscar, Lastarria, Ollagüe, Licancabur, Sairecabur. Asimismo, en forma paralela, se trabaja en la determinación de las mejores características en las señales que permitan hacer una clasificación certera de los eventos sísmicos. El paso siguiente será avanzar con el entrenamiento del sistema, para posteriormente hacer las pruebas de clasificación automática.
“Es una iniciativa motivante, ya que implica ir aprendiendo cada día más del comportamiento de las señales, y esto va en directa relación con entender los fenómenos físicos que ocurren en un volcán. Además, el producto será un aporte al desarrollo tecnológico del monitoreo volcánico”, enfatizó el especialista del Departamento de Ciencias Geológicas de la UCN.