CGE anunció que interpondrá una querella trasla ola de robo de cables de cobre que han afectado a Sierra Gorda en los últimos días. En solo tres días, bandas organizadas sustrajeron 12.000 metros de cables eléctricos, provocando un corte de energía que afecta a la totalidad de la comuna.
Durante la madrugada del lunes 10 de marzo, bandas organizadas derribaron 28 postes y sustrajeron cerca de 6 mil metros de cable de cobre. Este hecho se suma a otro robo ocurrido días después, donde fueron vandalizados 32 postes y extraídos cerca de 6 mil metros de cable. En total, en menos de una semana, han sido dañados 60 postes y robados 12 kilómetros de conductor eléctrico.
Ante la recurrencia y magnitud de los delitos y el impacto en la comunidad, Mario Vera, subgerente zonal de CGE en Antofagasta, confirmó que la compañía llevará el caso a la Justicia. “Nosotros como empresa vamos a interponer una querella, ya que estos robos son reiterados y están afectando gravemente la infraestructura eléctrica y la calidad de vida de los habitantes de Sierra Gorda”, señaló.
La Compañía ha realizado las denuncias correspondientes ante Carabineros y el Ministerio Público, además de mantener comunicación con la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), la seremi de Energía y la delegación presidencial para solicitar reforzar las medidas de seguridad en la zona.
En 2024, la Regional Antofagasta, que abarca Antofagasta, Calama, Tocopilla, Taltal, Mejillones y Sierra Gorda, registró 73 eventos de robo de cables, con un total de 29.012 metros de cable eléctrico sustraído. Este fenómeno no solo genera interrupciones en el suministro, sino que también representa un problema grave de seguridad pública y una millonaria pérdida económica.
Mario Vera enfatizó el daño que estos robos generan tanto a nivel económico como en la calidad de vida de la comunidad: “En 2024, el costo de reparación por este delito ascendió a aproximadamente 500 millones de pesos a nivel regional. Solo en estos primeros meses de 2025, con los tres robos recientes, la cifra ya alcanza los 700 millones de pesos en infraestructura eléctrica dañada. El robo de cables no solo deja a las personas sin electricidad, sino que también afecta a empresas, servicios públicos, colegios y centros de salud, obligándolos a suspender sus actividades” .