En 4,2 puntos aumentó la pobreza en la región de Antofagasta, según lo evidenció la última Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), la cual, además, expuso que a nivel nacional el nivel de pobreza pasó de 8,6% en 2017 a 10,8% en 2020.
Al respecto, el decano de la Facultad de Economía y Administración (FACEA) de la Universidad Católica del Norte (UCN), Fernando Álvarez Castillo, dijo que si bien el dato podría ser desalentador, la zona sigue manteniéndose por debajo del promedio nacional en esta estadística.
“Si bien esta región incrementó su pobreza y extrema pobreza, al menos se mantiene debajo del promedio nacional. Solo hay cinco regiones a nivel del país que están bajo ese promedio, que sería de 10,8%”, explicó.
Álvarez precisó que la Casen mide la pobreza sobre la base del ingreso de las familias y, en este caso, “se nos revela que en relación a ese promedio nacional estamos levemente por debajo: un 9,3% presentó la tasa de pobreza en la región y 10,8% es el promedio nacional”.
Agregó que “el impacto habría sido mayor sin la ayuda del gobierno, y además tenemos el efecto de los retiros, que es un tema que no se ha puesto en los análisis para ver estos resultados. Muchas familias han paliado los efectos con los subsidios desde que se inició la pandemia, y no recuerdo si esta encuesta mide el efecto de los retiros de los fondos de pensiones. Pero en parte, el hecho de que el gobierno haya inyectado subsidios influyó en que el número no fuera mayor”.
MEDIDAS
En su análisis, la Casen muestra que la tasa de pobreza por ingresos de la región está por debajo de la tasa de pobreza por ingresos nacional, que asciende a 10,8% y por debajo de la de pobreza extrema, de 4,3%. La región de Antofagasta no presenta diferencias significativas en el porcentaje de personas en situación de pobreza por ingresos respecto del promedio nacional. En cuanto a la pobreza extrema, la región tampoco presenta diferencias significativas respecto del promedio nacional.
Ante esto, el decano de la FACEA UCN cuenta que la zona reúne características que le han permitido sortear estas crisis. “Hay un fenómeno que siempre ha caracterizado nuestra realidad, que es la industria económica minera, la cual, si bien no se mantuvo al ritmo que tenía, permaneció activa y sostuvo una buena cantidad de empleos en la región”.
Frente a ello, agregó que si bien es indispensable el rol de la minería para la región, se deben reactivar sectores de la economía que han estado alicaídos producto de las restricciones sanitarias.
“En otras regiones tenemos casos como la caída del comercio, la construcción y el turismo que, si bien no son relevantes dentro de la actividad económica local, venían teniendo una activación importante. Entonces, en la medida que las ayudas del gobierno lleguen de manera más directa, sabemos que hay líneas de financiamiento a las empresas a través de proyectos concursales de Corfo o Sercotec, aunque aún hay que hacer un esfuerzo mayor por parte de la política pública y de la autoridad para apoyar esos sectores más afectados, ya que el aumento de la pobreza está asociado directamente a la pérdida de empleos de jefes y jefas de hogar. Debemos recuperar los sectores más afectados como el comercio, construcción y turismo, que generan empleos y, de esa forma, podemos revertir estas cifras”.