Durante la jornada de este fin de semana, el Hospital Regional de Antofagasta recibió la donación de equipamiento para la rehabilitación neuromuscular de aquellos pacientes con Covid-19, personas que, en ciertas circunstancias debieron ser intubados y conectados a ventilación mecánica por largos periodos.
La iniciativa gestionada por la Universidad Católica de Chile en alianza con una empresa minera de la zona, proporcionó un “TrainFes 6 Advanced”, un sistema de electro estimulación funcional que inyecta impulsos eléctricos en los músculos de forma coordinada para lograr movimientos.
A esto se le sumó un cicloergometro dual activo pasivo asistido, maquina consistente en una pedalera para pies y brazos adaptada especialmente para pacientes con daños neuromusculares.
Respecto a la importancia de estos equipos, el ingeniero civil biomédico y cofundador de la empresa TrainFes, Moisés Campos, explicó que este aparato favorece la neuroplasticidad mediante la reeducación del movimiento, es decir, que el cerebro vuelva a aprender los movimientos perdidos, un proceso que en una terapia convencional tardaría mucho más.
“Para lograr la estimulación funcional de los músculos, este sistema cuenta con un sensor inercial que “lee” los movimientos o trabajos que el paciente quiere realizar e inyecta impulsos eléctricos en forma funcional y natural”, indicó Campos.
El aparato según el profesional, también cuenta con perfiles de tareas programadas que el usuario puede controlar desde un dispositivo móvil, ya que, si bien este sistema es usado preferentemente en la modalidad bicicleta, remo y marcha, también puede programarse para otras tareas como, por ejemplo, aprender a comer otra vez luego de una traqueotomía.
Respecto a la iniciativa, la médico fisiatra del servicio de medicina física y rehabilitación del Hospital Regional de Antofagasta, Lorena Flores, comentó sobre el proceso de recuperación de pacientes covid y la utilización de nuevas tecnologías para lograr una rehabilitación eficiente. “Lamentablemente con la pandemia se está produciendo bastante discapacidad y, por lo mismo, el recurso humano a veces no logra ser suficiente para todas las terapias que nos gustaría otorgar. Esperamos que tecnología como esta nos permita otorgar atenciones más eficientes, llegar a más personas y obtener resultados más rápido de lo que estamos habituados a ver en nuestra práctica clínica”, acotó.
Todo el nuevo equipamiento significó una inversión que superó los 11 millones de pesos, fondos que provienen del Proyecto Esperanza, iniciativa que busca ayudar a las poblaciones más vulnerables de la pandemia a nivel nacional.