Desde ayer, 1 de mayo, comenzó a regir el nuevo Plan Fronteras Protegidas, que establece un nuevo marco de acción para las fronteras chilenas respondiendo a la contingencia sanitaria y migratoria que afecta al país.
En el marco del proceso de apertura se establecen 3 niveles de alerta que dependen de la existencia de nuevas variantes del virus del Covid-19, su nivel de circulación y el control sobre ellas por parte de las autoridades de salud. En estos tres niveles de alerta se considerarán 8 factores: Restricción de viajes, manejo de viajeros, declaración de viajeros, exigencia de vacunación al ingreso a viajeros no residentes, solicitud de test diagnóstico antes de ingresar, solicitud de test diagnóstico al ingreso y vigilancia genómica.
La implementación de este plan se fundamenta en la definición de una nueva variante del coronavirus establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que produce una mayor trasnmisibilidad, mayor morbimortabilidad y presenta una disminución de la efectividad de las vacunas para su control, además de las nuevas medidas que vienen con el cambio de gobierno.
CONTROL SANITARIO EN LA REGIÓN
En la región de Antofagasta se mantiene la vigilancia sanitaria en los pasos limítrofes, respecto a esto, la Seremi de Salud, Jéssica Bravo, explicó que la Institución mantendrá una vigilancia sanitaria permanente en los pasos fronterizos en el marco de esta apertura.
La Seremi detalló que la Autoridad Sanitaria posee equipos de trabajo en San Pedro de Atacama que fiscalizan y testean a los viajeros que llegan a San Pedro, provenientes de Sico; también en Ollagüe, Jama e Hito Cajón.
La tarea del personal de salud consiste en testear a quienes buscan ingresar al país con el fin de evitar que personas enfermas generen focos de contagio. «Se trata de una medida de protección en bien de la población sana y de los propios viajeros», sostuvo la Seremi. Puntualizando además, que este corresponde al primer control, precediendo la labor de la PDI y de Aduana.
La tarea de Salud consiste en aplicar el test antígeno al viajero, con resultados que se obtienen en 20 minutos. Si el resultado es negativo, la persona continúa su viaje con normalidad. De ser positivo, el viajero es aislado en el propio recinto, para luego ser trasladado a una Residencia Sanitaria.